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“Le gustaba mucho el cantar y lo que yo veía era que no le daba vergüenza cantar delante de la gente.”

Los miembros del mariachi no solo tienen que ser buenos músicos, sino que además tienen que aprender a cantar bien, sobre todo los violinistas, quienes suelen ser los solistas.

Los alumnos intentaron cantar las primeras palabras una y otra vez y Zárate daba un zapatazo cada vez que tenían que cambiar de nota.

A las 3:40 p. m., el Mariachi Cascabel, el segundo grupo en cantar, estaba en las penumbras del escenario, listo para entrar en escena.

Eso significaba practicar cómo entrar y salir, sincronizar sus movimientos en el escenario mientras los diferentes vocalistas se turnaban para cantar y proyectar la voz hacia el fondo de un gran auditorio.